Declaración de S.E. Arzobispo Bernardito Auza
Nuncio Apostólico y Observador Permanente de la Santa Sede
a la Organización de Estados Americanos
Debate abierto sobre migración
Cuadragésimo séptimo período ordinario de sesiones
de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos
19-21 de Junio, 2017, Cancún, México
Señor Presidente,
Primeramente, la Santa Sede expresa su reconocimiento a México por el papel de liderazgo que ha venido desempeñando y continúa desempeñando en las fases preparatorias hacia un Pacto Mundial para la migración segura, ordenada y regular. Deseamos que México tenga éxito ya que acogerá la fase de inventario en diciembre del 2017, que nos llevará a las negociaciones intergubernamentales que se darán en Nueva York de febrero a julio del 2018.
Si bien la cuestión de la migración nos afecta a todos, les preocupa en especial a muchos Estados Miembros de esta Organización. El Papa Francisco comparte profundamente estas preocupaciones y ha hecho del bienestar de los migrantes y refugiados una prioridad de su ministerio pastoral.
La Agenda para el Desarrollo Sostenible de 2030 exige una "migración y movilidad ordenada, segura, regular y responsable de las personas mediante la aplicación de políticas migratorias planificadas y bien administradas" (SDG 10.7).
Este resultado requiere un análisis y la delineación y realización efectiva de estrategias prácticas para abordar los factores que impulsan la migración forzada. El Papa Francisco ha instado a todos los líderes del gobierno a tomar medidas inmediatas, efectivas, prácticas y concretas para abordar las causas de la migración forzada. En particular, deben ponerse en práctica soluciones sostenibles para detener las guerras y los conflictos, así como las situaciones violentas a nivel local que a menudo son provocadas por el tráfico de drogas en muchas regiones de este continente, y que se han convertido en el principal impulsor de la migración forzada y los desplazamientos de poblaciónes. La exclusión social y económica es otro de los principales impulsores de la migración forzada, ya que la pobreza extrema y la ausencia de servicios públicos básicos causan inestabilidad mundial, haciendo de lamigración una necesidad más que una opción. Es por eso que nuestro primer y más fundamental trabajo debe ser responder a las necesidades básicas de nuestros hermanos y hermanas y asegurar su paz y seguridad en casa.
Mi Delegación quisiera expresar la grave preocupación del Papa Francisco por los niños migrantes no acompañados o por los que están separados de sus padres. La cuestión de los niños migrantes debe abordarse en su origen. Esto requiere, como primer paso, el compromiso de eliminar todas las formas de violencia que obliguen a la gente a huir o a enviar a sus hijos solos, con la esperanza de poder vive sin miedo, en un ambiente seguro y en última instancia poder vivir una vida mejor. Se requieren perspectivas de amplias, capaces de ofrecer remedios adecuados para las áreas afectadas por las peores injusticias, los desastres naturales y la inestabilidad política, para que el acceso al desarrollo auténtico pueda ser garantizado para todos. El Papa Francisco hace un llamamiento a los gobiernos y a los ciudadanos de los países de tránsito y destino para que proporcionen los programas y servicios, y las medidas de protección que mejor garanticen la seguridad y el bienestar general de los niños migrantes no acompañados o separados de sus padres.
Otra prioridad para la Santa Sede es el derecho de todos a permanecer en sus países en paz y seguridad económica. Si las condiciones para una vida decente se cumplen y las causas de la migración se abordan adecuadamente, la gente no se sentiría obligada a abandonar sus hogares. La Santa Sede alienta a los Miembros de esta Organización a que garanticen que el derecho a permanecer como el derecho de emigrar quede consagrado en el Pacto Mundial para las Migraciones. Esto no significa que un derecho sea más importante que el otro, mas bien significa que garantizando el derecho a permanecer en su lugar de origen, la migración se vuelve voluntaria, regular y segura, y por consiguiente más manejable y sostenible.
Gracias, Señor Presidente.